lunes, 12 de noviembre de 2012

Lotus Plaza, la magia de la timidez

El guitarrista de Deerhunter repasó su nuevo disco en La [2] de Apolo con un show retraído con más luces que sombras


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Lotus Plaza, la magia de la timidez | PlayGround | Articulos Musica
Lockett Pundt presentó por primera vez en Barcelona sus canciones como solista en un concierto en el que pasó acertadamente su voz a segundo plano a favor de una instrumentación que funcionó como un buen engranaje, el poder cándido de sus brillantes temas y unas atmósferas penetrantes

Fotografías de Noelia Rodríguez

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Que la escena cultural anda más que jodida lo sabe todo el mundo bien. Y cada vez se hace más evidente con un sinfín de giras que deberían pasar por nuestro país, pero por el simple motivo de que las cuentas no cuadran, no lo hacen. La ocurrencia de subir el IVA al 21% está complicando mucho las cosas y, por eso, que a estas alturas de la película traigan a una banda como Lotus Plaza no sólo a Madrid y Barcelona, sino también a San Sebastián es cuanto menos insólito (y, dicho sea de paso, digno de elogio a los promotores). Cuando las cosas no pintaban tan mal, pongamos hace dos o tres años, hubiese sido impensable tener en España a Lockett Pundt y los suyos, y ahora que caen chuzos de punta, por caprichos del destino, los tenemos por triplicado y en sala. Su concierto de anoche en la capital barcelonesa fue tan extraño y contradictorio como este caso que se plantea.

"El alma de Lotus
Plaza decidió depositar
toda la atención en los
pasajes instrumentales,
que los hubo muchos y
francamente brillantes"
Como se ha venido diciendo muchas veces, el camino que ha seguido Lotus Plaza en disco ha sido paralelo al que ha tomado Atlas Sound. De unos inicios más pesados y brumosos (ese “The Floodlight Collective” que marginaron anoche) han pasado al más luminoso “Spooky Action At A Distance”, uno de los álbumes tapados del año, del que probablemente muchos se olviden cuando confeccionen las listas de lo mejor de 2012, pero que cuenta con más de cuatro o cinco gemas a la altura del catálogo de Deerhunter. Sin embargo, existe una diferencia fundamental entre los directos de una y otra banda paralela. Mientras que en los de Bradford Cox el foco está puesto directamente encima de él, su armónica, su guitarra y su tabla de pedales, Lockett Pundt ha decidido rodearse de una banda propiamente dicha; esto es, batería, teclado, segunda guitarra y bajo. Probablemente tenga algo que ver con la timidez que ha exhibido siempre tanto en los shows del grupo principal, donde otros actores secundarios como Josh Fauver y su inseparable pitillo son más vistosos, como en las entrevistas, donde ha llegado a asegurar que sentía un pánico escénico que poco a poco ha ido aprendiendo a dominar.

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Lo de anoche no fue miedo pero, desde luego, sí que hubo mucha timidez. Media un mundo entre el irresistible carisma de Bradford Cox y el carácter retraído de Lockett Pundt. Por eso y, porque su voz nasal no es la repera, el alma de Lotus Plaza decidió depositar toda la atención en los pasajes instrumentales, que los hubo muchos y francamente brillantes. El reverb camufló sus discretas habilidades vocales e hizo aún más ininteligibles sus escasas letras, pero sirvió para crear unas atmósferas acongojantes como en esa rareza que es “Come Back”, casi diez minutos que fueron del ambient drone al shoegaze. Y cuando decimos shoegaze, lo decimos con razón de ser, pues todos los músicos tenían la mirada fijada completamente hacia sus pies. Las pocas veces que el de Atlanta se dirigió al público fue para pedir disculpas porque se le rompió la guitarra en la inédita “Splendour Of The Sea” o en una “Monoliths” que tocaron con demasiada prisa, como aquellos colegiales que presentan atropellados en las exposiciones en público. Fue una verdadera lástima, porque es probablemente su mejor canción y lo que muchos madrileños coincidieron en decir que se echó en falta en el directo que ofrecieron el martes.


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Sin embargo, la actuación tuvo momentos especialmente lúcidos, con todos los músicos sonando muy compenetrados, y más teniendo en cuenta el tratamiento a capas de las canciones de Lotus Plaza. La versión que ofrecieron de “Eveningness” fue tan encantadora como en disco, pero quizá más brumosa y densa, como si formase parte de “The Floodlight Collective”. Un tema de puertas cerradas, con un aroma ligeramente opresivo, que funcionó a las mil maravillas en la calidez de una sala. Por su parte, “Remember Our Days” fue seguramente uno de los mejores momentos de la velada para el público, que abandonó la actitud contemplativa para animarse a pegarse los primeros bailes y “Jet Out Of Tundra” consiguió, de nuevo, hacernos olvidar durante cinco minutos de Deerhunter. Antes del bis, Lockett Pundt se despidió con un “tengo la sensación de que no ha sido nuestro mejor show, pero estoy contento de que os haya gustado”. Y exactamente eso fue lo que ocurrió. Uno salió de la sala con la sensación de que Lotus Plaza tienen un largo camino por recorrer y un margen de mejora ancho, pero la candidez de sus temas, la fiabilidad de la instrumentación y las penetrantes atmósferas que crearon consiguieron que la sensación general fuese más bien de moderada satisfacción que de leve sabor agridulce. Vendrán más y mejores ocasiones.

Los otros 5 modernillos


5. Dov Charney: el diablo viste de American Apparel


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He aquí un pícaro que ha conseguido forrarse vendiendo a precios desorbitados toneladas de ropa interior de mercadillo, calcetines de zorra ochentera, camisetas marca-pezones y toda suerte de complementos hipsters que no pasarían el corte de calidad ni en el armario de Bebe. Un tipo que convierte trapitos de segunda en el culmen de la modernidad guarra y viste a toda una generación de veinteañeros adictos al pegamento merece ser ajusticiado por el brazo fuerte de esta Inquisición llamada MDM. Póstrate y siente la presión de nuestros nardos en tu nuca, Dov, pues el reinado de American Apparel pronto pasará a la historia y tendrás que reciclarte como telefonista del Venca.
Basta con ver al pimpollo, parece sacado de una escena eliminada de “Boogie Nights”. Sus bigotes de camionero setentero, sus gafas estilo Roy Scheider en “Tiburón”, su modernidad garrula, peluda y con olor a colonia Andros… Hostia santa, el colega es un peligro. Y aunque hay que agradecerle profundamente esas campañas publicitarias con adolescentes espatarrados que parecen sacados del harén de Larry Clark, aunque hay que aplaudir esas fotos de crías en bragas, calentadores y ‘toto’ al viento, al viejo Dov le ha llegado su San Martín. Porque los modernos de ahora también serán padres. Y vive Dios que no dejarán que sus retoños caigan en el mismo error y se vistan como yonquis anoréxicos alérgicos al champú. Soplan nuevos vientos en las costas hipsters: es la hora de C&A.

6. Zooey Deschanel: yo Zooey de la Mutua

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Ya estoy harto de esta chica, así de claro. La jamelga se ha hecho con el monopolio de la moderna graciosa, finolis, con un punto hasta infantil. Zooey es una mujercita que vive en un mundo aterrador de vestiditos, ukeleles, zapatos planos, grupos de folk indie, clips infantiles en el pelo, etc. La Deschanel tiene un grave problema: las dosis de rabia que produce oscurece por completo su innegable sex appeal. Pero yo tengo la solución al problema. Zooey, si intentaras parecerte menos a la Virgen María del Sacro Hipster, siguieras los pasos de la gran Chloë Sevigny y te dedicaras a rodar escenas de felaciones rabo en boca, otro Vincent Gallo cantaría.

7. David Delfín y Bimba Bosé: vaya par de dos

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Aunque su apellido apele a un mamífero acuático inofensivo a la par que campechano, David Delfín es cosa seria, pues presenta de forma concentrada todos los elementos que definen al modisto moderno instalado en los Madriles. El malagueño ya no es un simple diseñador de ropa, hace tiempo que trascendió dicha función para revelarse como el referente/catalizador/llámalo como quieras de esa generación de modernos de mediana edad que todavía sueñan con el advenimiento de una Segunda Movida: digamos que ya es parte integrante del folklore de la gente in de Madrid. Sus desfiles se han convertido en misas gáyeres que arrastran en masa a la modernité más mohosa de la capital. Qué tiempos aquellos en los que las modelos recorrían la pasarela con una reluciente soga en el pellejo y su apellido animalesco levantaba ampollas. Ahora, el delfín se ha convertido en boquerón; es el tópico por excelencia, un ejemplo clarísimo del moderno que dejó de serlo hace tiempo pero sigue ejerciendo, aunque sea a trompicones, tarde y mal, muy mal.
Pero lo más grave no es que Delfín vaya camino de convertirse en la Doña Croqueta de la modernidad madrileña –con permiso de Bibi Andersen–, lo peor es que siempre que se asoma por el reality “Alaska y Mario” o le vemos en alguna zarandaja de la noche capitalina, a su vera se detecta con una figura que produce desasosiego y horror, una vulcaniana de mirada abisal a la que por poco no bautizan con el nombre de un pan de molde.

"Bimba es una versión evolucionada del ser humano llegada de un futuro ignoto. Un futuro en el que no hay cejas"

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Admito que a Bimba Bosé no he conseguido cogerle el tranquillo. No comprendo su juego. Me sorprende que la costra moderna la considere el no va más. Si estuviéramos en el 96 os diría que sí, que los andróginos antipáticos son los nuevos jueves, pero estamos en el 2012 y algo me sugiere que por ahí no van los tiros. Y es que tampoco ayuda su actitud de perdonavidas, algo muy común, por otra parte, entre la raza modernilla. Para mí, Bimba es una versión evolucionada del ser humano llegada de un futuro ignoto. Un futuro en el que no hay cejas, la gente se peina con colisionadores de partículas y la humanidad se reproduce vía esporas, USB o fibra óptica. Qué queréis que os diga, no me impresiona su rollo, de hecho, la única vez que sentí electricidad en el vello de la nuca al verla fue cuando en los 80 salió por la tele con una extraña falda, chaqueta torera, coleta y abanico. Cantaba un tema titulado “Amante Bandido”.

8. Miranda Makaroff: sin embargo, te quiero

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¿La Alexa Chung española? ¿La Charlotte Free de nuestro país? ¿La It Girl dels Països Catalans? Ni idea, amigos, lo único que sé es que la chica quiere convertirse en la moderna total y a fe de Dior que lo está consiguiendo. Pincha, diseña ropa, dibuja garabatos, escribe en su blog, sale en el programa Gente, aparece en todos los saraos moderniquis, en Google Images tiene más fotos que Mahatma Gandhi, marca tendencia (o lo intenta a toda costa), posa para las fotos con esa actitud entre insolente y juvenil que parece espontánea pero se intuye más estudiada que la gestualida de Pep ‘Pacino’ Guardiola.
La chica quiere llevarse todo el pastel de la Nación Modernilla y no soy yo nadie para culparla. Bravo. Adelante. Que aproveche el tirón. Eso sí, acabará quemándose, es la ley del hype. Aunque cuándo uno está convencido de que es el Leonardo Da Vinci del moderneo español poco puede hacerse por advertirle del trompazo. La dulce Makaroff está embalada y va camino de pasar de moderna de libro a folklórica 2.0, algo muy común en los animales supuestamente cool de nuestra escena. Son personajes que durante unos años están pinchando o exponiendo sus obras hasta en el estanco del Corte Inglés, figuras polifacéticas que se engorilan y acaparan, y luego se desvanecen del escenario repentinamente para nunca volver. En serio, amigos, me preocupo por ella, no quiero que a la chica le pase eso; diantre, sería una pena perder de vista un bombonazo de semejante categoría…. Miranda, qué demonios, en el fondo creo que me pones. Me ha costado dos párrafos de gilipolleces decirlo.

Los primeros 3 modernillos de mierda


Modernillos de Mierda

Panfleto anti-hipster por entregas. Hoy, los modernos más exagerados


Por:


Modernillos de Mierda | PlayGround | Articulos Musica
Modernillos de Mierda, o sea, Óscar Broc, ha estado dirigiendo sus misiles contra estereotipos y tendencias. Pero ya basta: ahora hay que apuntar a los modernos particulares, contra los hipsters canónicos. He aquí una lista de 10 modernillos que dan especial repelús, de Antony a Skrillex.

Ha sido un trabajo arduo, proceloso, interminable, semanas enteras dedicadas a esta inmensa basura, pero al final lo he conseguido. Horas y horas de encuestas entre periodistas musicales, escritores, DJs y otros camorristas de la picaresca que viven del cuento por deporte. Cientos de horas dedicadas a forjar una lista canónica para las generaciones venideras de practicantes del odio. Finalmente, Modernillos De Mierda ha conseguido destilar una relación con los diez ejemplares modernillos más odiados, después de recabar fobias entre numerosos pensadores ilustres de la cultura trash. Necesitábamos saber quiénes son los cabestros del hispterismo que merecen una buena sesión de banderillas, estocada y puntilla. En este ruedo no hay piedad, pero sí nobleza. La misma que nos permite torear a los morlacos de las mejores ganaderías hipsters describiendo bellos movimientos en la arena, sin olvidarnos, eso nunca, de que hay que destripar al bichejo hasta que no tenga fuerzas ni para tirarse un pedo.
Por cierto, como MDM no es una fuente de rabia gratuita (risas enlatadas), también he optado por elaborar mi podio olímpico personal, con los tres modernillos patrios que mejor me caen: el oro, la plata y el bronce del coolness ibérico. Viva España.

El paredón de los modernillos: los 10 más irritantes

1. Antony Hegarty: sin censura

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Nació de un huevo. Por eso resulta imposible determinar a qué género y especie pertenece. Nadie sabe qué es Antony Hegarty, lo único que está claro es que su estética, una mezcla de plañidera gaditana, travesti gótica y ama de llaves de Vincent Price, ha seducido a la modernidad con la fuerza de una flatulencia bovina. Hegarty es la hija de la familia Addams, pero en versión trans y en una edad adulta castigada por la acción de la indigencia y las bolsas de patatas. Cristina Almeida zombie.
El suyo es un look situado en la fina línea que separa la repugnancia de la adhesión más incondicional. Pero lo que seguramente ha hecho de este humanoide un icono para modernillos es su voz mairenesca. Una voz que hemos oído en infinidad de anuncios emotivos y hasta en esa película infame que Isabel Coixet rodó en Japón y cuyo nombre ni me molesto en buscar en Internet, como podéis ver. Antony no tiene buena pinta, la verdad. Quizás por culpa de una alimentación cimentada en el cubilete de pollo y la botella de Pepsi de dos litros, tiene la apariencia un ser enfermizo, dejado, gelatinoso, amarillento, cono olor a pis rancio y fritanga axilar. Pero de nada sirven las elucubraciones banales cuando hablamos de él. Sólo sé una cosa: para recuperar la salud, Antony haría bien en viajar a Sevilla y pedir consejo al único hermano que se le conoce. Le llaman Falete.

2. Dan Deacon: jur, jur

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Nacido y criado en Chiquitistán, Dan Deacon enseguida mostró interés por el estilo agresivo del celebérrimo Krispín Klander, una masa adiposa dada a la extravagancia cromática y al modo de vida plumífero más extremo. Desde las barricadas, el bueno de Deacon observaba las evoluciones del campeón chiquitistaní con una bolsa de basura llena de Panteras Rosas en la mano, y por las noches soñaba con ser como él, o mejor dicho, soñaba con eternizar la estética Dennis Roussos meets Teletubbies tan característica del tonel afeminado que Pepe Navarro lanzó a la fama en tierras españolas.
La inspiración klanderiana es evidente. Ahí está ese cuerpo viscoso coronado por unas gafas de cajera septuagenaria, unas llamativas lupas a medio camino entre el barroquismo de Rappel y el look secretaria de los Cazafantasmas. Ahí están esas camisetas estroboscópicas capaces de seccionar yugulares de corderos con sus destellos fosforescentes. Ahí están esos tonos edredón tan Mayra Gómez Kemp, esa cabeza rapada describiendo un óvalo casi perfecto de seborrea, esos jerseys tejidos con lana de cien llamas sacrificadas sobre un póster de Elton John disfrazado de pollito.

"Algo en su look
me lleva a pensar
que no se toma
demasiado en
serio a sí mismo"
Dan Deacon es un homenaje cárnico al hipster mantecoso. Es el hipster simpaticón, un tipo al que le perdonamos todas sus extravagancias porque tiene un je ne sais quoi que te obliga a adorarle con la misma intensidad con que aborreces sus pintas. Está en el límite que separa la rabia de la compasión grasienta, el bacón de la panceta, la mariconada –con perdón– del gag. Porque si Deacon no fuera un gag en sí mismo, si no pareciera adicto a las tallas extra grandes de Humana, con toda seguridad nos parecería una moderna americana de las de toda la vida, con su barba mal cortada, sus gafotas, su gorro de lana, sus zapatillas ponzoñosas y sus camisetas de dinosaurios.
No voy a negar que a Deacon sabe mal vilipendiarle, no sé por qué. Algo en su look me lleva a pensar que no se toma demasiado en serio a sí mismo. Se le ve íntegro al mastuerzo. No hagáis ruido y observadle desde los arbustos; miradle, cediendo su silla a los impedidos en El Pollo Campero, compartiendo una porción de su shawarma con las palomas, haciendo acopio de litros y litros de sudor post concierto en garrafas industriales para cuando haya escasez de agua en el mundo. Buena persona no. Gran.

3. Ryan McGinley: pechito con pechito

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A muchos fotógrafos modernillos se les ve el plumero, que no la pluma, aunque también. Al socio Ryn McGinley le hemos cogido la matrícula desde que vimos sus primeras fotos. Vaya, que cuando un tipo se dedica en cuesco y alma a inmortalizar adolescentes en pelota picada correteando por el bosque, jugueteando en bolas con animales salvajes o dando saltitos por bucólicos campos de espigo cachete con cachete, te está diciendo en la cara cuáles son sus debilidades. ¡Y encima le pagan, familia! McGingley no es un caso único, de hecho el universo modernillo está infestado de supuestos fotógrafos que lo único que hacen es ponerse las botas en materia cárnica y cobrar. Quién no corre vuela, maricón el último, y todas esas cosas.
Efebos tatuados con peinado garçon y el vello púbico al aire. El culo de lo que parece una niña de piel lechosa, lleno de granos reventados y surcado por una cola de nutria. Adolescentes saltando en cuevas como Dios les trajo al mundo. Hurón blanco metiendo el hocico en el recto de un púber. Tetuda veinteañera con un ojo morado en el desierto encendiendo un pitillo. Jovenzuelo remojándose en una cascada mostrando un culo ensangrentado vete tú a saber por qué rigores. Es como si Terry Richardson, Roman Polanski y Boy George se hubieran fundido en un solo ser y de esa alquimia hubiera salido el bueno de Ryan, con su cara de no haber roto un plato. Porque platos no sé, pero otras cosas seguro que las ha dejado hechas añicos.

¿Vuelve Pearl Jam?

¿Vuelve Pearl Jam?

La banda liderada por Eddie Vedder se presentaría por tercera vez en el país durante abril del año que viene

Foto de Tomás Correa Arce
Vamos sumando fichas para la primera mitad de 2013. Primero fue The Cure, confirmando su regreso después de 25 años de esa promesa emitida por un Robert Smith furioso (al tiempo o a la vejez, gracias) y ahora esto: después de confirmar su presencia en los dos Lollapaloozas regionales (Brasil y Chile), Pearl Jam marcó una fecha para volver a presentarse en la Argentina. El 4 de abril del año que viene es el día elegido para su tercera visita aunque aún no se define en qué estadio se llevará a cabo.
A tan sólo un año y medio de su esperado regreso en noviembre del año pasado (en lo que claramente fue uno de los grandes shows de 2011, en el Estadio Único de La Plata, y en el marco de su festejo por los veinte años de trayectoria), la banda liderada por Eddie Vedder llegaría nuevamente al país sin nuevo material discográfico pero con todos esos clásicos que todos quieren volver a escuchar en vivo, no importa cuándo haya sido la última vez.
Seguimos alertas para cuando se confirme el lugar y la información sobre la venta de las entradas. Mientras, recordamos...

Hear Crystal Castles' Ghostly 'Affection'



by Marc Hogan
Crystal Castles' Alice Glass / Getty
Crystal Castles' Alice Glass / Photo by Getty Images
'III' is due out on November 12
Crystal Castles' new album III comes out on November 12, but it's available for preorder now, including via iTunes. Today the shadowy Canadian electro-punks have posted the latest track from the album, "Affection." It's a strobe-y, robot-voiced slow builder and should fit in neatly alongside previously unveiled songs "Plague" and "Wrath of God." 

WORST NEW MUSIC


by Keith Harris
Adam Young: Owl be there
We should’ve heard the last of Adam Young, a.k.a., Owl City. Back in 2009, "Fireflies" simpered virally across America, and annoyed grown-ups wished 1,000 slugs from 10,000 frightening thugs upon the moony outstate Minnesotan. But we took comfort from the fact that his shtick — a twee tween's Ben Gibbard, the Postal Service for kids too young to have ever licked a stamp — was a one-off novelty fluke. The parallel universe of Christian pop would surely nurture Young, but he seemed no more destined for a long-lived mainstream pop career than the Chicago Bears Shufflin' Crew.
And yet, like his divine inspiration, Young has risen from the dead, rebounding commercially after a hitless follow-up LP, last year's All Things Bright and Beautiful. As heralds of resurrection go, the new chart-clambering "Good Time" ain’t quite the sounding of the Seventh Trumpet. Actually, it’s the sound of Canadian Idol alum Carly Rae Jepsen pissing away the universal goodwill that she earned with "Call Me Maybe." The pair chirp with such an utter absence of vocal grit that they render the inevitable Glee and Kidz Bop covers unnecessary, with the line, "I’m down if you're down to get down tonight," sounding like an invitation to an evening of board games, Victorious reruns, and a fizzless two-liter of that off-brand cola your mom insists on buying.
But the childish “Good Time” is a misleading promo for The Midsummer Station, which, as Young has anxiously blogged, strives to address themes of a more adult nature. Lest you suspect a truly apostate stroke here — maybe eight bars from Tyga ("Owl City, bitch / Owl Owl City, bitch") — the sexiest this stab at Owl City After Dark gets is the overextended police-chase metaphor of "I'm Comin' After You." (Young imitates a siren: "Woo woo woo.") Even the guest vocal from blink-182's Mark Hoppus on "Dementia" isn't really all that incongruous — it suggests an additional role model for Young's trebly ache and precise enunciation. And also reminds us that, despite their juvenile hijinks, the blink guys always wished they could act more like the grown-ups in Jimmy Eat World.

So it's not like Young's suddenly going to go full Hoppus and run naked down the street. Growing up in Owl City means doubt and despair, and Young tiptoes into some dark-night-of-the-soul territory here — not just, "There were days when each hour / Was a fight that I fought to survive" but "Will I ever feel again?" But the music remains buoyant. Young's ravey electronics, cresting repeatedly in asexual climax, may be as G-rated as a post-prom lock-in, but they hold their own against the faceless slabs with which so many of today's hitmakers clobber clubbers. After all, like Martin Luther wondered, "Why should David Guetta have all the best tunes?"
And yet, since Young worries that "All those heavy thoughts will try to weigh you down," the "new" Owl City reassures us with a wimpier, belated take on the New Self-Esteem movement that's swept through pop over the past few years. "Gold" is what "you" are. "Embers" are what "your" fire will rise from because "it gets better" and you'll "shine like the sun." Also, "It's time for you to shine brighter than a shooting star." Does it matter where we are, Adam? "No matter where you are."
It's easy to see why Owl City exist. A sneering, compulsory hedonism pervades mass culture and high-school hallways. It warps more shy, creative kids into defensive partisans of lower-key whimsy. It gives us underdeveloped pop heroes like Adam Young, who reduce their fans' fears and desires to the handiest cliché while desperately reassuring them they're all fuckin' perfect fireworks. But they deserve better. We deserve better. Come to think of it, Adam Young deserves better.

The Beach Boys - That's Why God Made the Radio

The Beach Boys - That's Why God Made the Radio

Capitol / Brother

Hacía dieciséis años que Brian Wilson y los Beach Boys no grababan juntos un disco, pero su música parece más actual que nunca. Las armonías del grupo se hacen sentir en los arreglos corales de los Fleet Foxes y en las zapadas cannábicas de Animal Collective; los falsos ingenuos del rock independiente le roban las estructuras de las canciones, y la impronta de sus ambiciosos arreglos puede verse en la labor de Jon Brion, Mark Ronson y casi cualquier productor de pop orquestal que se les ocurra. En este contexto, That's Why God Made the Radio parece un poco surrealista, como si fuera una transmisión desde un universo alternativo donde no existiera la ironía: doce canciones con melodías enceradas y voces sorprendentemente juveniles. Pero una sombra pende sobre el disco: el tiempo, con sus aliados, la vejez y la muerte, temas para los que los Beach Boys parecían diseñados especialmente para evitar. En este sentido, el disco funciona como otro episodio de la larga lucha entre el espíritu solar de Mike Love y los temas más trascendentes y oscuros de Wilson. En parte es una reunión de ex alumnos, y en parte es un réquiem para un beach boy. Abre con un encantamiento sin palabras a cargo de Wilson, Love y Al Jardine, con los colaboradores históricos Bruce Johnston y Jeffrey Foskett (el veterano colega David Marks también participa). Es como el comienzo de una misa y lleva hacia el tema que da título al disco. La primera mitad del disco, llena de flashbacks, está grabada con humor y autoconciencia. Al parecer, Wilson toma el control en la segunda mitad del disco, más oscura. En "Strange World" confiesa estar un poco desconcertado por la vida. La introducción sin palabras del disco tiene su contrapartida aquí con "Pacific Coast Highway", con un título que hace pensar en "Pacific Ocean Blues", de Dennis Wilson, su difunto hermano, y en una visión del final de la autopista. Como parte de una reunión para celebrar el quincuagésimo aniversario de la banda, que también incluye una gira mundial, That's Why God Made the Radio es, hasta cierto punto, un festival de nostalgia y melosidad. Pero gracias al regreso de Wilson, también es una ambiciosa afirmación (tal vez la última) sobre un legado que ha sido tan definido por la confusión y los callejones sin salida creativos como lo fue Pet Sounds. El disco es un trabajo desparejo pero profundamente conmovedor de una gran banda claramente dañada; una banda que, en sus mejores momentos, siempre apuntó al cielo, aunque no siempre lo haya alcanzado.
Por Will Hermes

Overkill: Lemmy's Guide to Life


by Harley Brown
Lemmy
Motörhead's mainman shares what he's learned about Metallica, drug busts, and Nazi memorabilia
The man, the myth, the mutton chops: Ian Fraser "Lemmy" Kilmister — otherwise known as the face, voice, and bass of metal pioneers Motörhead and quite possibly the owner of rock's most iconic facial hair — has been pounding eardrums and breaking hearts as the sole constant member of his trio since 1975. Even at 66, the former Hawkwind space invader's signature growl and amphetamine'd riffs sound as nasty as ever on the new album and DVD The Wörld Is Ours Vol 2: Anyplace Crazy As Anywhere Else (UDR), due out October 22. The man with 1,000 notches in his belt shared his advice on romance, collecting Nazi gear, and the good way to get busted for drug possession.
I learned to play bass onstage.
When I went to the job with Hawkwind, I went as a guitar player, but they decided in the meantime they didn't need a guitar player. Then the bass player didn't show up for the gig, and the dickhead left his bass in the gear van. It's like, "Please steal my gear," so I stole his gig. I'd never picked a bass up in my life before. It's probably much easier than it is to sit around torturing yourself to death trying to learn it note-by-note in front of a little booklet. It's much better if you can make a few mistakes. And the volume's loud so nobody really notices that much.
You had to be there, unfortunately.
As a roadie for the Jimi Hendrix Experience, I learned that I should give up being a guitar player. Anyone who watches Hendrix should give up the idea of being a fucking guitar player, 'cause he was so unbelievably good. He just took your breath away. He would just pull things out of it that you'd never believe, that you'd never heard before. You have to be at these things. Like when I saw the Beatles, you can't describe what it was like. It was great. It was tremendous. You can't really describe the feeling.
Collecting Nazi memorabilia doesn't make you a Nazi.
There's not much to collect of Red Indian stuff, or even Confederates. Arrowheads and a couple of warships, that's it. For me, World War II was only just over my shoulder. Somebody gave me a flag and then a dagger. I don't know why they gave them to me, but that started me off with collecting. I learned that if I had known how much of this Nazi memorabilia there was to collect, I never would have started in the first place. It's crowding me out of my house. But it's a good hobby, because it's so recent, that period, that there's still plenty to collect. This was in the 20th century so there's still all the good stuff. It's only a collection, it's not because I believe [in Nazism]. You do realize that, right?
There are still gentlemen in the world.
I've learned that. Metallica came down for my birthday a few years back, light years back, 16 years now. They interrupted recording their album, I think it was Load, and all dressed up as me with the "Born to Lose" tattoo in Magic Marker on the wrong arm, with wigs and black gloves and bullet belts. They all came to play at the Whisky [in Los Angeles] for 45 minutes.
I hated being incarcerated for drug possession.
Like most people. But luckily they charged me with the wrong drug so I was let go. I was only in there for 24 hours so I didn't really get the chance to form lasting relationships. I was still on the inductee line when they bailed me. And then Hawkwind flew me to Toronto and we did the sound check, and everyone was clapping me on the back saying, "Welcome home!" We had a great show and then at four o'clock in the morning I was fired. I found out later they only got me out of jail because they couldn't find my replacement fast enough. I learned I'd better form my own band because I got fired from every other fucking band I was in.
Just when you think you've got slot machines figured out, you realize that you haven't.
I've learned that I probably shouldn't play them. There was this period in England and London — because we have those machines in the pubs over there, with small rewards like 25 pounds as the top jackpot — when Japanese people would come over on holiday and hang around the machines. They'd either play them themselves or watch people play and make notes in notepads, trying to get the rhythm of the thing so they could predict it. And none of them ever won a dime! It was terrible. And cards? I don't trust anything that has people involved. I'd rather fuck with a machine.
I don't miss anything by being a bachelor.
I don't know any happily married couples, not even my parents. There was a magazine in England who said I screwed 2,000 women and I didn't, I said 1,000. When you think about it, it isn't that unreasonable. I'm not even married, and I've been doing this since I was 16. And I'm now 66, so that's like 50 years. I could've done more if I've tried, I guess. I didn't even fool myself with that. My father was a stranger to me, and I learned that my stepfather was fighting a losing battle with my mother. Almost everyone is unhappy with themselves when they realize what they've done. And the lot of them get married because of the kids and that's a really bad idea. People just rip each other to shreds over the years. Nothing kills a relationship like commitment.

Yoko Ono Thanks Paul McCartney for Belated Beatles-Breakup Exoneration


by Marc Hogan

Paul McCartney and Yoko Ono
They can (and did) work it out
As a culture, we have a way of absorbing easy-to-remember "facts" that just aren't so. Christopher Columbus discovered America. George Washington could not tell a lie. Al Gore claimed he invented the Internet, and this was funny for some reason. Rod Stewart had to have his stomach pumped after servicing a bar full of sailors. At a certain point, each of these myths becomes so deeply engrained that debunking them only reinforces their status as somehow beyond fact, beyond debunking.
Yoko Ono breaking up the Beatles belongs to this category. There's been no reason for decades for serious fans to hold her responsible for splitting up the Fab Four, but for a variety of reasons we're better off not trying to examine, the narrative of the female Japanese avant-garde artist who disrupts her husband's band has become so established The Simpsons parodied it. And yet just last month, Paul McCartney finally offered his on-again, off-again post-Beatles rival an olive branch, saying in a rare in-depth interview that Ono "certainly didn't break up the group."
Ono addressed the comments in an interview published over the weekend by the Observer. Not surprisingly, she mixed gratitude to McCartney with the basic point that her lack of culpability in the Beatles split should already have been common knowledge. "I thought people knew that I was not responsible, but surprisingly, many people still felt that," Ono is quoted as saying. "He was very brave. So I'd like to say 'Thank you, Paul. I love you, we love you.'" And with a love like that, you know Paul should be glad.

In Praise Of Pop Nonsense

By MOF GIMMERS

Ask any idiot and they’ll tell you that music isn’t as good as it used to be. Of course, music is as brilliant, arousing, puzzling, woeful, tepid, boring and fantastic as it’s ever been. Every decade has been guilty of dreck and wonderment in equal measure.
continued...

To compare the Now to the Then is stupid, but that’s exactly what people are prone to do. They yearn for the world of music past, only remembering the Super 8 footage when everything looked wonderful and unchained. They stare at the present and tut at the commercial music they hear. Like their sad, incorrect parents, they mutter ‘they just don’t make ‘em like they used to’. And one recurring theme is that, lyrically, we’re a backward, regressing race.
There’s a meme floating around that compares Led Zeppelin to Nicki Minaj (which is like comparing calculators and slippers). Minaj’s lyrics, which apparently are a beacon of dimwittery, are shared: “You a stupid hoe, you a, you a stupid hoe, you a stupid hoe, you a stupid hoe, you a stupid hoe...” and on it goes. Hardly Chaucer, you’ll agree. It is directly compared to Zep’s “If the sun refused to shine, I would still be loving you. When the mountains crumble into the sea, there will still be you and me. Kind woman, I give you my all. Kind woman, nothing more.”
This has generated untold thousands of Likes, and is meant to serve as an example of how great lyrics once were, compared to what music offers us now. Aside from the fact that Led Zep were responsible for some of the most hokey, irritatingly twee Hippie Poetry 101 lyrics ever committed to an ear, to compare the two is a complete nonsense. And besides, who says being ‘clever’ is a good idea? Rock ‘n’ roll’s very foundation is built on wilful nonsense and often, through musical gibberish, says far more than some berk twiddling their quill getting all dewy eyed in reverie.
Perhaps the greatest lyric ever written features in Little Richard’s ‘Tutti Frutti’. He yells “awopbopaloobop alopbamboom!” Those lyrics mean nothing. They’re gobbledegook. They’re perfect. Sometimes, pop music can’t forge a decent sentence because it is too excited. It all comes spewing out in a stream of nonsense. Go back to Sinatra singing ‘Strangers In The Night’, and no question, the best bit is when he coos ‘dooby dooby doo’. Who cares about the rest of it? The wistful, absent-minded longing is superior to some shoe-horned sentiment. The Crystals said more with “doo wah diddy diddy dum diddy doo” than anything penned by someone trying to be a smart-arse. Damon Albarn’s most famous lyric? “WOOHOO!”
Nonsense is king in the world of pop. It has always been there and should always remain. Of course, that’s not to say there aren’t great lyricists around today. Nick Cave, Super Furry Animals and Arctic Monkeys are responsible for some outrageously smart wordplay. That’s because music is as clever and dumb as it always has been. Pop needs both facets. Without incoherent garblings, we’d never have the thrill of ‘Surfin’ Bird’ or the immediacy of ‘Can’t Get You Out Of My Head’s ‘La La La’ chorus.
So stop comparing nonsense to prose. It’s stupid, futile and plain wrong. Sometimes you want steak but there’s nothing wrong with burgers either.

Metallica en la tapa de RS: habla Kirk Hammett

Continuamos con la nota que ilustra el número de noviembre; en esta entrega, habla el violero

 ¿Qué estás aprendiendo de volver a tocar el Album Negro?
Durante muchísimo tiempo, pensé que "My Friend of Misery" era un instrumental. En 1990, cuando estábamos preparando el disco, lo tocábamos como un instrumental. Antes de terminar, decidimos que James tenía que escribirle una letra. Cuando hablábamos de tocar el Album Negro en vivo, escuché el tema para volver a sacarlo, y dije: "Dios, tenía letra". Cuando lo ensayamos ahora, fue la primera vez que lo hicimos cantado por James.
Pero la simplicidad del disco, su estructura, raya en lo poético. Un buen poema pone la palabra justa en el lugar justo en el momento justo. El Album Negro tiene todo eso. Los solos de guitarra casi se compusieron solos.
Muchísimos fans vieron el Album Negro como una traición al speed-metal.
El metal es uno de los géneros más conservadores. La paradoja es que también es una música rebelde. Se supone que debe ser extremo. Es algo de lo que nadie habla. Las reglas son conocidas. ¿Esto es metal? Sí. O no. Y si es cuestionable, probablemente sea Metallica [sonríe].
El festival Orion fue un emprendimiento ambicioso. ¿Ganaron mucha plata?
Te cuento un secretito. Cada vez que nos embarcamos en uno de estos proyectos, nunca es para ganar plata [risas]. Queremos que sea divertido y estimulante. Capaz salimos hechos. O perdemos plata. No importa. No es algo por dinero. Tratamos de armar algo copado.
¿Y cómo pagan todo lo que tienen montado en este estudio? ¿Con las giras?
Sí. Y el merchandising. Básicamente sacamos plata de donde podemos. Esto es un verdadero lujo. Pero de acá salen grandes cosas. Tenemos un lugar para ensayar, para componer nuestras canciones, para probar ideas nuevas. Tener este lugar no nos ahorra plata, por cómo trabajamos. Nos tomamos nuestro tiempo, hacemos lo que tenemos que hacer hasta que está listo.
¿Tienen años en los que se ven forzados a salir de gira para pagar las cuentas?
Todos los años. Eso de tomarse dos años de descanso ya no existe. Antes teníamos regalías que nos permitían un ingreso constante. Ahora sacás un disco, y tenés una ganancia inesperada una o dos veces, pero no es como era antes, un cheque cada tres meses. Tenemos que salir a tocar, y no tenemos ningún problema con eso. Somos una banda que suena muy bien en vivo, a la que le gusta tocar para la gente. Nunca pensé que fuera suficiente venderles un cd y nada más.
Eso también implica que no han tenido tiempo de componer música nueva, porque están muy ocupados con las giras, el festival y la película en 3D.
Hace dos años que somos conscientes de que tenemos que empezar a componer canciones. Siento como si estuviera al lado de un monte: en la cima hay una roca enorme que sé que uno de estos días va a venir rodando cuesta abajo. Y cuando eso suceda, no podremos detenerla. Pero todavía no empezó a rodar.
Todo el mundo lo piensa. Cuando terminamos los shows del Fillmore el año pasado, pensé: "Dentro de un año voy a cumplir 50. A este ritmo, ¿eso significa que me quedan dos discos? ¿Tres?". ¿Cinco? Lo único que aprendí es que en esta banda no se puede ser muy profético, porque las cosas cambian por completo.
También tienen un curioso sentido de la oportunidad: tocaron el Album Negro en su vigésimo primer aniversario, en vez de en el vigésimo.
Ayer me di cuenta de que mi vigésimo noveno aniversario en la banda fue la semana pasada. Entré en Metallica el 12 de abril de 1983, o por ahí.
Feliz aniversario.
Gracias. No sé si alguno de los otros muchachos de la banda se habrá dado cuenta. Nadie me dijo un carajo.
Por David Fricke

Bomba Estéreo - Elegancia tropical

En la introspección naturalista de "Bosque" está una de las claves para entender el primer LP de Bomba Estéreo post "Fuego" (2008), el hit que le dio proyección masiva y global al electro-cumbé. Una ambición orgánica y ambiental ("Pájaros", "El alma y el cuerpo") convive ahora con la obsesión bailable que encuentra en el MC brasileño BNegão (ex Planet Hemp) y en el combo de kuduro progresivo Buraka Som Sistema dos aliados para conquistar las pistas de todo el mundo. "Bailar conmigo", casi en clave Kumbia Queers, y "Pure Love" (con citas de Marley, Lennon y McCartney) son dos buenos ejemplos del modo en que Li Saumet, con su flow filoso y seductor, puede armar una fiesta cada vez que se lo proponga.
Por Humphrey Inzillo


Kasabian cancela su show en el Pepsi Music

Debido a la enfermedad de Sergio Pizzorno, la banda británica no tocará en Buenos Aires

Qué susto, Pizzorno.
Malas noticias: Kasabian no tocará en Buenos Aires. A pesar de que ayer se dijo que la enfermedad de Sergio Pizzorno no significaría la cancelación de su show en el marco del Pepsi Music 2012 sino una reprogramación de la fecha, el estado del músico empeoró. Según informaron a través de un comunicado de prensa, la banda suspendió su gira sudamericana por tiempo indeterminado.
Las otras dos fechas del festival, correspondientes al sábado 20 y domingo 21 de octubre, se desarrollarán sin modificaciones, y como habían sido programadas previamente.
Para quienes no deseen asistir a la fecha de hoy y prefieran optar por la devolución de su dinero, la misma se realizará a partir del día miércoles 24 de Octubre y hasta el 2 de Noviembre de 10 a 18 hs. en el Club Atlanta, Humboldt 540, debiendo presentar la entrada completa sin cortar.
Quienes opten por asistir a la fecha de hoy del festival, se recomienda conservar sus tickets para una posible reprogramación del show de Kasabian.

The 2nd Law: La evolución constante de Muse

Dubstep con orquesta, guiños a Queen, baladas y joyas del pop en el sexto álbum del trío británcio

Con un título que alude a la Segunda Ley de la Termodinámica, vinculando la temática del álbum al posible agotamiento de las fuentes de energía, y una tapa con una (bellísima) foto que traza el mapa de los circuitos cerebrales, no puede decirse que a Muse le haya faltado ambición a la hora de realizar su sexto álbum de estudio. Sin embargo, aunque la característica grandiosidad de Matt Bellamy y los suyos alcance nuevos picos en "Survival" (utilizado para los Juegos Olímpicos de Londres) y en el tema inicial "Supremacy", con un riff de guitarra que recuerda a Zeppelin, The 2nd Law es también, como ha declarado el propio cantante, su álbum más diverso hasta la fecha. Una de las influencias más evidentes es Queen, especialmente en el single "Madness", al estilo de "I Want to Break Free", con un solo de guitarra muy Brian May. Chris Martin (Coldplay) dijo que es la mejor canción que Muse haya grabado, y probablemente tenga razón. La variedad del álbum incluye una balada inusualmente despojada como "Explorers"-en la que Matt conjura nuevamente a Mercury-, influencias de funk en "Panic Station" (aquí tocó el mismo trompetista que en "Superstition" de Stevie Wonder), de U2 en "Big Freeze", y dos temas compuestos y cantados por el bajista Chris Wolstenholme, incluida la joyita pop "Save Me". La discutida (entre los fans del grupo) aparición de la electrónica y el dubstep se limita a sólo dos temas, "Follow Me" y "Unsustainable"; en esta última, se mezcla con los arreglos orquestales de David Campbell, que produce un interesante híbrido, buena muestra de la experimentación de un grupo que continúa evolucionando.
Por Claudio Kleiman

Lady Gaga juega al fútbol en favela Brasilera

La cantante estadounidense Lady Gaga jugó  al fútbol y cantó con niños de una favela de Río de Janeiro, ciudad donde este viernes ofrece un concierto.
Lady Gaga visitó la favela de Cantagalo, una barriada pobre que se ubica en un cerro a espaldas del barrio de Ipanema, a apenas tres cuadras del lujoso hotel a orillas del mar donde se aloja.
La cantante estaba vestida con una bata estilo japonés estampada, usaba una peluca rosa y largas uñas postizas naranjas, según mostraron medios locales.
En la favela jugó fútbol descalza, cantó su tema "Born this way" con decenas de niños y conoció el proyecto social Criança Esperança (Niño Esperanza) que desarrolla en la zona la televisión Globo en asociación con la Unesco.
Antes la cantante saludó a sus seguidores desde el balcón de su hotel vestida únicamente con una camiseta de la selección brasileña y colgó un letrero en el que declaraba su amor por Río de Janeiro.
Gaga cantará este viernes en Río y dos días después repetirá su presentación en Sao Paulo en la segunda y última fecha de su gira por Brasil.

Adele producer Paul Epworth to work with Paul McCartney

Producer is reported to be working on the former Beatle's new solo album.
Photo: Photo: PA
According to The Sun, the super-producer, who has worked with Adele, Plan B, Florence & The Machine and Bloc Party, is said to have received a call from Macca asking him to work on the follow-up to his 15th studio solo album 'Kisses On The Bottom'.

The project already has some big names attached, including Mark Ronson and Kings Of Leon producer Ethan Johns, who recently told NME that he too had started working on McCartney's album.

The former Beatle released 'Kisses On The Bottom' only eight months ago but has already completed a series of recording sessions with Ronson and Johns towards a follow-up that sounds like "classic Paul", Johns said. "This is very different to the last album. We’ve done two sessions already and the third is in a few weeks. It's sounding great. He's still one of the most extraordinary recording talents. There’s a song on the record called 'Hosanna' which is absolutely heartbreaking – just Paul and an acoustic guitar. It’s gorgeous."

He added: "I know he’s also been in the studio with Mark Ronson, which I imagine is going to be quite current-sounding."

Johns’ debut solo album 'If Not Now Then When?' is scheduled for release in February 2013, with Ryan Adams and Laura Marling set to guest.

Read a full interview with Ethan Johns in this week's NME, on newsstands now or available digitally.

Ex-Guns N' Roses bassist Duff McKagan: 'I could have made a fortune from 'Simpsons' beer'

Rocker could have licensed his name for 'Duff Beer' tie-in – but decided against it…
Ex-Guns N' Roses bassist Duff McKagan: 'I could have made a fortune from 'Simpsons' beer'
Photo: PA
Ex-Guns N' Roses bassist-turned-financial advisor Duff McKagan has admitted he regrets not officially licensing his name – because he has missed out on a fortune in royalties from The Simpsons.

Speaking to the Independent, the rocker revealed that an official from Fox TV contacted him in the 80s to tell him that one of the station's new shows had named their fictional beer 'Duff' in honour of his former fondness for booze.

He said: "I knew nothing about branding yourself then or the royalties off it. I just thought cool, they wanna use my name and boom, The Simpsons was born. Yeah, if I had a nickel for every time… but it's fine."

In September of this year, McKagan revealed that he used to suffer from depression. The Velvet Revolver rocker admitted that he had "sunk into a thick, black state of being" after the terrorist attacks which took place in America on September 11, 2001, but said he had since overcome his problems.

McKagan was part of the classic line-up of Guns N' Roses who were inducted into the Rock And Roll Hall Of Fame in April of this year. However, their achievement was slightly overshadowed by protracted speculation over whether lead singer Axl Rose would attend the ceremony. He eventually declined to participate in the celebrations – although Adrian Bayford, the man who won £148 million in a EuroMillions lottery draw last month, pledged that he would spend a part of his new fortune on reuniting the band.

http://www.nme.com/news/guns-n-roses/67140

Reseña The Killers con su nuevo álbum Battle Born

Album Info

  • Release Date: September 17, 2012
  • Producer: Stuart Price, Steve Lillywhite, Damian Taylor and Brendan O'Brien
  • Label: Mercury
  • Fact: The song Miss Atomic Bomb was influenced by the odd anti-nuclear testing parties held in Las Vegas in the Fifties.
7 / 10     Let’s go out tonight/There’s a mystery underneath the neon light/Before life and the dream collide/’Cos the truth’s gonna come and cut me open wide” – ‘Rising Tide’

Economies collapse. Relationships crumble. Families decay. Girls go wild, boys go soft, fathers go out in the dead of night and never come back. Brand new Vegas malls stand deserted, capitalist paradises buried in the dust. From his solid Mormon family unit ensconced amid the temptations of Las Vegas, it’s an emotionally desolate and godless world that Brandon Flowers sees. After three albums with The Killers and a solo outing, ‘Flamingo’, full of comic-strip stories of murder, sex, cocaine-snuffling uncles and spacemen, comes the fourth record by the Vegas quartet. The truth’s come to cut Brandon wide open. To make him finally decide: are we human, or are we danger?

Yes, The Killers have emerged from their four-year exile with big issues on their minds and a big noise to make about them. ‘Battle Born’ – like Springsteen’s ‘Darkness On The Edge Of Town’ – is a record full of stirring tales of lost teenagers, broken families, crushed dreams, shattered hearts and breadline living. The first single ‘Runaways’ follows a couple from their first flush of romance to the day the fucked-up new dad flees the scene. Blustering ballads ‘The Way It Was’ and ‘Here With Me’ tell of a desert drive taken to think over the first cracks in an affair, and the crushing nostalgia pangs once it’s over. ‘Deadlines And Commitments’ is inspired – in a Herculean feat of irony – by a chat with tax-avoiding economy-buggerer Jimmy Carr.

Bleak themes indeed, but hey, this is The Killers, right? So for all the Lou Reed collaborations, they’re hardly going to make their own ‘Berlin’. Instead, they naturally inject a sense of youthful hope and heroism: their tragic protagonists face their fates with the nobility of French revolutionaries mounting the guillotine, and their stories are interspersed with inspirational chest-beaters about manning up in the face of hard times (‘Flesh And Bone’, ‘Matter Of Time’, the title track). And they are all couched in the rousing ballast of the Big Music.

But where ‘Battle Born’ will split opinion is that it’s the Big Music of 1986. The band that made the Duran Duran synth-sizzle the coolest sound on the planet with ‘Somebody Told Me’ are trying the same with the lush AOR throb-rock of Peter Gabriel, U2 and Kate Bush. ‘Flesh And Bone’ recalls the ’80s work of Daniel Lanois, one of the album’s numerous producers, and the mullet sparkle of the St Elmo’s Fire and Dirty Dancing themes. Then there’s Springsteen, of course. ‘Be Still’ feels like a remake of ‘Streets Of Philadelphia’, while ‘From Here On Out’ relives ‘Glory Days’. It’s a natural progression from the synth-pop of 2008’s ‘Day & Age’ through Brandon’s desert-diva solo album, and marks the point where The Killers discard ‘indie’ pretence and go for the arena-rock jugular.

That said, the core Killers thrill still dashes through ‘Runaways’, the title track, and ‘Matter Of Time’. And ‘Miss Atomic Bomb’ is the ‘Mr Brightside’ prequel that lays the bitterness of Brandon’s biggest hit to rest, tracing the rise and fall of a romance with a cheating, fag-stealing harlot, the “dagger buried deep in my back”. But even when they’re shunning the alternative, The Killers can’t help but be in step. Mark Stoermer’s loping bass over the tale of Brandon taking a broken waitress under his wing turns ‘Heart Of A Girl’ into their own ‘Walk On The Wild Side’, building towards a huge gospel finale. Meanwhile, ‘Deadlines And Commitments’ echoes Fleetwood Mac’s ‘Tango In The Night’ album, the coolest sound in New York right now.

If you’ve the stomach to set aside your indie sensibilities and endure the occasional terrifying flashback to ‘(Everything I Do) I Do It For You’, ‘Battle Born’ holds some majestic moments. We shouldn’t let the Big League own The Killers just yet.

Mark Beaumont